marea baja
En la obra de Teresa J. Cuevas, materia prima significa luz, paz y equilibrio. Estos elementos primarios confluyen, como reminiscencias del arte oriental, en el respeto y observación de la naturaleza, los colores suaves y la armonía libre de las exigencias de la simetría presente en su lenguaje abstracto, lugar común donde se encuentra en constante búsqueda y diálogo con sus referentes, destacando a Fernando Zóbel, Álvaro Siza y Byung-Chul Han.
En esta colección Teresa cambia su Mediterráneo natal por el Atlántico, océano de adopción. Para ella el agua deja paso a un nuevo protagonista: la arena. “La arena me arropa de manera más cálida y cercana. Representa lo que con el viento o agua acaba sedimentando a los pies de estos acantilados para crear una alfombra que nos embellece la llegada al mar, nos facilita un camino, nos hunde y hace conscientes de cada paso. Me resulta un acto de humildad y finitud...”
El título de esta colección nos invita al paseo, la reflexión y observación de cerca. Teresa nos acerca al ojo el día a día en el que la marea descubre en su totalidad el esplendor de los escondidos acantilados de una manera sencilla y serena: “Me resulta asombroso como la belleza de la naturaleza existe aunque no la observes, y cómo te ensalza el alma cuando te fijas detenidamente en ella”.